jueves, 8 de marzo de 2012

El letargo de los poderosos.


Mírate en este preciso instante. ¿Qué ves? ¿Quieres saber lo que yo veo? ¿De verdad quieres saberlo? No, no quieres. Porque dentro de ti intuyes la respuesta, la tienes tan interiorizada y digerida que tu estómago ya no puede vomitarla, y solo queda bilis.

¿A qué viene tanta inquina? Agotas todos tus desprecios hacia ellos, pero no es por los demás por lo que acumulas tanta rabia. ¿No lo ves? ¿Acaso no lo notas, al igual que notas el dolor de la herida que está llevándote? ¡No pongas esa cara! ¿Qué esperabas? Tanta aversión hacia el mundo, tanta repugnancia, y no te paraste a reflexionar en las posibles réplicas. Cuando un objeto imparable choca contra un objeto inamobible, estas son las consecuencias.

No te preocupes, te acompañaré mientras franqueas ese fino momento que separa la vida de la muerte, ese fino letargo, ese pequeño instante en el limbo. Me limitaré a mirarte. Estuve en tu alumbramiento, quiero presenciar tu deceso. Y mientras te diré lo que veo.

Veo una larva, ni siquiera un gusano. Una larva que ha tanteado crecer devorando toda la morera a su paso. Nada te ha detenido, eras tú, y frente a ti, el mundo. ¿Qué más da el mundo si aún puedes engullir sus inagotables frutos? Pero, ¿qué ha pasado? ¿Por qué este repentino sopor? Te has hartado de comer sin nutrirte, ¿verdad? Has tenido tanto y tanto, y los demás han tenido tan poco, que de veras me sorprende que no asumas tener un final tan grotesco. Eres una larva. Te creías gusano, pero eras solo larva, y la inmensidad que te rodeaba finalmente te ha aplastado.

¿No resulta paradójico lo rojiza que emana tu sangre y cómo escapa de tu interior? No lo voy a negar. Estoy disfrutando de esto. Has hecho méritos para llegar a este momento. Ahora deja de llorar y de balbucear. Déjate morir.

5 comentarios:

  1. ¿Por qué coño me resultas tan orgásmico?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que estas cosas me las diga Marla Singer me da mucho miedo. Pero miedo en el buen sentido.

      Eliminar
  2. Por cierto te acabas de convertir en mi acosado. Quiéreme mucho, ¿eh?

    ResponderEliminar

Cuán hermoso es el feedback